miércoles, 7 de mayo de 2014

Coaching, ¿sólo para jóvenes?




A lo largo de nuestra existencia todos experimentamos la necesidad de realizar modificaciones, cambios en diferentes parcelas de nuestra vida. Este mecanismo de adaptación se ve a veces frenado por la natural tendencia del ser humano a resistirse a nuevas fórmulas que requieren de un esfuerzo de adaptación. 

Las creencias, suposiciones y juicios acumulados durante nuestra vida, llegan a integrarse tanto en nosotros que las vemos como realidades que nos apoyan en esa renuncia al cambio. Nos da miedo lo desconocido, salir de nuestra zona de confort, aquella que, aún siendo a veces una zona de disconfort, nos da tranquilidad, porque “controlamos” la situación.

El Coaching es precisamente una herramienta para simplificar y facilitar los procesos de cambio de las personas, sean profesionales o personales.

La diferencia esencial con otras herramientas y otros sistemas que se encaminan a un cometido similar y lo que pone al Coaching por encima de ellas en eficacia, es el sistema que se emplea, la forma de hacerlo.  

En el Coaching la persona interesada trabaja con la guía de un profesional (Coach) para encontrar nuevas posibilidades y puntos de vista dentro de sí mismo, a partir de los cuales puede construir caminos alternativos a los actuales que le permitan alcanzar logros y objetivos de todo tipo, diferentes a los que hasta ahora no podía o no sabía cómo llegar. De esta manera, el Coach nunca dice a la persona lo que tiene que hacer. 

Es a través de la conversación con el Coach como la persona va encontrando paulatinamente los resortes que activar, dentro de sí mismo como antes decíamos, para solventar sus dilemas. La resolución parte del propio interesado y cuenta con sus circunstancias, valores e intereses, por lo que los cambios a efectuar cuentan con su mayor compromiso: Descubro yo mismo la solución y además matizada con todo lo que puede afectarla ¿Puede existir mayor compromiso para llevarla a cabo con una alta garantía de éxito?

La pregunta es: ¿puede una persona que ya ha alcanzado la edad de jubilación obtener beneficios del coaching?
La respuesta es: rotundamente, SI. El cambio es consustancial al ser humano y está presente durante toda la vida.

Quizá ya nuestros objetivos profesionales no estén presentes, pero continúan estándolo los vitales, puesto que siempre se han de acometer acciones que requieran confianza en uno mismo y en sus posibilidades (toma de decisiones personales, rehacer o deshacer relaciones, conversaciones o negociaciones difíciles y muchas otras) y para ello el Coaching es muy adecuado.

Con el Coaching, se comprenden mejor las actitudes, creencias y que rigen nuestro comportamiento y cómo influye todo esto a nuestro alrededor. Esas actitudes, creencias y razonamientos a veces bloquean y autolimitan, y por tanto dificultan y a veces impiden el poder tomar decisiones adecuadamente. Un simple y cotidiano hecho como el decir: “Yo soy mayor, ya no puedo cambiar”, se puede identificar como una creencia y desmontar. Esto es extremadamente beneficioso para la autoestima del mayor, porque descubre que algunos problemas y dilemas tienen soluciones y que estas además pueden ser encontradas por uno mismo, lo que hace que aumente su seguridad en si mismo y su independencia. 

Con el Coaching se le acompaña y ayuda convenientemente en el proceso, el mayor encuentra una gama de nuevas posibilidades a su disposición. Mujeres y hombres dedicados a la vida profesional y/o familiar ahora tiene tiempo para descubrir sus “pasiones” y ocuparse en ellas con dedicación por sí mismos, sin que nadie incluya actividades como, por ejemplo, terapia ocupacional. 

En consecuencia, su calidad de vida mejora muchísimo al encontrar en esta un nuevo significado, proporcionándoles:

•    Bienestar emocional

•    Autoestima e independencia para tomar decisiones

•    Capacidad de superación y empoderamiento
•    Desmitificar y desdramatizar ciertas situaciones
•    Superar el síndrome del “nido vacío” (sobre todo a mujeres)
•    Posibilidades de reformular su vida, sus objetivos y sus prioridades

Carmen Bielsa Domingo
Área de Coaching de CIPSA

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